Las enfermedades del almendro, principalmente causadas por hongos, pueden afectar gravemente la salud y la productividad del cultivo. Identificar estas enfermedades a tiempo, aplicar medidas preventivas y utilizar un manejo integrado son claves para proteger tus almendros y asegurar una cosecha exitosa.
Para ayudarte, en es artículo exploramos las principales enfermedades que afectan al almendro, cómo diagnosticarlas y qué estrategias se pueden implementar para su manejo y control.
Enfermedades del almendro por órgano afectado
El almendro es susceptible a una variedad de enfermedades fúngicas que afectan diferentes partes de la planta, incluyendo flores, frutos, hojas, brotes, ramas y raíces. Cada una de estas enfermedades puede tener un impacto significativo en la salud del árbol y la producción de almendras, por lo que es fundamental conocer sus síntomas, mecanismos de propagación y estrategias de manejo.
Flor y fruto
Moniliosis (Monilia laxa)
La moniliosis es una de las enfermedades más dañinas para el almendro, afectando principalmente a las flores y los frutos recién cuajados. El hongo que causa la moniliosis se desarrolla en condiciones de alta humedad y temperaturas suaves, especialmente durante la floración, que es el período más crítico. Las flores infectadas adquieren una tonalidad parda y se marchitan, mientras que los frutos pequeños también se necrosan y caen al suelo.
Si la enfermedad progresa, puede extenderse a los brotes y ramas, donde provoca lesiones cancerosas llamadas chancros. Estos chancros pueden parecerse a los causados por el hongo Fusicoccum, lo que hace que puedan confundirse entre ellos y que sea más difícil su identificación. El hongo sobrevive en los brotes y ramas infectadas, produciendo esporas que se diseminan por el aire, la lluvia y los insectos, lo que facilita su propagación.
¿Cómo evitar la aparición de la moniliosis?
La prevención de la moniliosis incluye la aplicación de fungicidas específicos durante la floración, especialmente en variedades de almendro sensibles a este hongo como ‘Marcona’, ‘Guara’, ‘Supernova’ y ‘Tuono’. Además, es esencial la eliminación de ramas y brotes infectados para reducir la posibilidad de propagación del hongo al resto de la plantación. Mantener una buena ventilación en la plantación, mediante una poda adecuada, también ayuda a reducir la humedad ambiental, lo que disminuye las condiciones favorables para la infección.
Hoja
Mancha Ocre (Polystigma ochraceum)
La mancha ocre es una de las enfermedades más común del almendro, especialmente en zonas de interior. Aunque generalmente no causa grandes daños económicos, puede provocar una defoliación significativa en variedades muy sensibles, como ‘Guara’ y ‘Supernova’. Los síntomas incluyen manchas amarillentas en las hojas que se tornan rojizas con el tiempo y finalmente necrosan. El hongo sobrevive en las hojas caídas durante el invierno, donde forma esporas que se dispersan en primavera y que pueden llegar a infectar a las hojas nuevas.
¿Cómo evitar la aparición de la mancha ocre?
Para controlar la mancha ocre, es fundamental realizar tratamientos preventivos con fungicidas específicos al inicio de la primavera, justo después de la caída de los pétalos. También es recomendable retirar y destruir las hojas caídas, ya que son la principal fuente de infección.
Cribado (Stigmina carpophila)
El cribado, también conocido como perdigonado, es común en todas las regiones frutícolas de España. Las lesiones del cribado aparecen tanto en las hojas como en los frutos y brotes. Las hojas muestran manchas redondeadas de color marrón rojizo, rodeadas de un halo clorótico que acaban por necrosarse y caer al suelo, dejando los característicos orificios. En los frutos, el hongo causa manchas necróticas que pueden exudar goma, mientras que en los brotes provoca lesiones de tonalidad pardo-negruzca. El hongo sobrevive en las hojas caídas y en los brotes afectados, donde forma esporas que se dispersan en primavera, provocando nuevas infecciones.
¿Cómo prevenir la aparición del cribado?
El control del cribado se basa en la aplicación de fungicidas durante el invierno y la primavera para reducir la presión de la enfermedad. Es importante eliminar las hojas y brotes afectados para reducir la propagación del hongo.
Roya (Tranzschella pruni-spinosae)
La roya del almendro es menos común pero puede causar daños, principalmente en las hojas. Se manifiesta con pequeñas manchas en el haz de las hojas, mientras que en el envés se forman pústulas de color marrón con una textura de polvo, que contienen las esporas del hongo. Esta enfermedad se desarrolla mejor en los almendros cuando están expuestos a condiciones de alta humedad y temperaturas moderadas. El hongo puede sobrevivir en hojas caídas o como micelio en ramas infectadas, lo que permite la reinfección en la siguiente temporada.
¿Cómo controlar la aparición de la roya?
La roya se controla principalmente con fungicidas específicos aplicados al inicio de la primavera y en otoño. Es importante eliminar las hojas caídas y mejorar la ventilación en la plantación para reducir la humedad.
Brotes y ramas
Lepra o abolladura (Taphrina deformans)
La lepra del almendro, también conocida como abolladura, afecta principalmente a las hojas y brotes jóvenes. Los síntomas incluyen deformaciones en las hojas, que se vuelven gruesas, arrugadas y pierden color, pasando de un tono verde a amarillento y luego a rojizo. Con el tiempo, las áreas afectadas necrosan y caen. El desarrollo de la lepra está relacionado con climas frescos y húmedos durante la brotación, deteniéndose cuando las temperaturas suben y la humedad disminuye. El hongo sobrevive en forma de esporas o entre las hojas de las yemas.
Medidas de prevención de la Lepra
Para controlar la lepra, es fundamental aplicar fungicidas preventivos antes de la brotación, especialmente en variedades susceptibles como ‘Desmayo largueta’ y ‘Guara’. Mantener una buena ventilación en la plantación y evitar la acumulación de humedad también son prácticas recomendadas.
Chancro de Fusicoccum (Phomopsis amygdali)
El chancro de Fusicoccum es una enfermedad grave que puede llevar a la muerte del almendro si no se controla. Afecta principalmente a las ramas y brotes, donde provoca chancros que se expanden rápidamente, secando las ramas afectadas. En las hojas, la enfermedad se manifiesta como grandes manchas pardas, mientras que en los brotes y ramas provoca zonas de secado rápido. El hongo se desarrolla en ambientes con alta humedad y temperaturas suaves, y su control es complicado debido a la rápida propagación de la enfermedad.
¿Cómo prevenir la aparición del chancro?
El manejo del chancro en el almendro incluye la poda y eliminación de las partes afectadas para reducir la fuente de infección. Además, se recomienda aplicar fungicidas específicos durante el invierno y la primavera para prevenir la propagación. La selección de variedades resistentes, como ‘Lauranne’ y ‘Ferragnès’, es crucial en áreas propensas a esta enfermedad.
Verticilosis (Verticillium dahliae)
La verticilosis es una enfermedad vascular que afecta a gran número de especies, como el almendro o el pistacho. En el caso del almendro, se manifiesta como un marchitamiento asimétrico de las ramas, comenzando generalmente en árboles jóvenes. Las hojas en las ramas afectadas se marchitan y caen prematuramente. La verticilosis es más común en suelos ya infectados previamente, ya que pueden vivir muchos años en él, y es difícil de manejar una vez establecida.
¿Cómo evitar la aparición de la verticilosis?
El control de la verticilosis se basa en la selección de portainjertos resistentes y un análisis de suelo previo a la plantación. En casos de infección, la poda de las ramas afectadas puede ayudar a contener la enfermedad, aunque la replantación con árboles sanos en áreas severamente afectadas puede ser necesaria.
Raíz
Podredumbre radical de Fitoftora (Phytophthora spp.)
La podredumbre radical causada por el hongo Phytophthora es una enfermedad severa que afecta las raíces y el cuello del almendro. Se desarrolla en suelos mal drenados o encharcados, donde las raíces sufren de asfixia y son invadidas por el hongo. Los síntomas incluyen un decaimiento general del árbol, con amarillamiento de las hojas, necrosis en las raíces y chancros en el cuello, lo que acaba provocando la muerte del árbol.
¿Cómo controlar la aparición de la podredumbre?
La prevención es la mejor estrategia contra la podredumbre radical de Fitoftora. Se recomienda mejorar el drenaje del suelo y evitar el encharcamiento. En áreas donde la enfermedad es común, la selección de portainjertos resistentes y la aplicación de fungicidas específicos pueden ser efectivas. También es crucial evitar el riego excesivo y mejorar la estructura del suelo para promover la aireación de las raíces.
Factores que influyen en la incidencia y severidad de las enfermedades
Cambio climático y su impacto en las enfermedades del almendro
El cambio climático está modificando los patrones de incidencia y severidad de las enfermedades del almendro. El aumento de las temperaturas y la variabilidad en la humedad pueden favorecer la proliferación de ciertos hongos, como Monilia y Fusicoccum, que se desarrollan mejor en condiciones cálidas y húmedas. Asimismo, las condiciones extremas, como sequías prolongadas seguidas de lluvias intensas, pueden debilitar los árboles y hacerlos más susceptibles a las infecciones. Por lo tanto, es crucial adaptar las estrategias de manejo a las nuevas condiciones climáticas para proteger las plantaciones.
Variedades resistentes a enfermedades del almendro
Existen variedades de almendro que muestran cierta resistencia a algunas enfermedades. Por ejemplo, ‘Lauranne’ y ‘Ferragnès’ tienen mayor resistencia al chancro de Fusicoccum, mientras que otras como ‘Guara’ y ‘Supernova’ son más susceptibles a enfermedades como la moniliosis y la mancha ocre. La selección de variedades resistentes es una estrategia clave en el manejo preventivo de enfermedades, especialmente en áreas donde ciertas enfermedades son habituales.
Estrategias de manejo y prevención para proteger tu plantación
Nutrición del árbol y su papel en la resistencia a enfermedades
La nutrición adecuada del almendro juega un papel crucial en su resistencia a las enfermedades. Un almendro bien nutrido tiene más probabilidades de resistir infecciones y recuperarse de ellas. Nutrientes como el potasio y el calcio son esenciales para fortalecer las paredes celulares de las plantas, lo que les proporciona una barrera física contra los patógenos. Además, una fertilización equilibrada promueve un crecimiento vigoroso, lo que reduce el estrés del árbol y mejora su capacidad para defenderse de enfermedades.
Selección de variedades resistentes y rotación de cultivos
Además de elegir variedades resistentes, la rotación de cultivos es una práctica eficaz para reducir la incidencia de enfermedades en el almendro. La rotación interrumpe el ciclo de vida de los patógenos al alternar cultivos que no son hospedadores, lo que disminuye la carga de enfermedades en el suelo.
Eliminación de restos de poda y mejora de la sanidad del suelo
La eliminación de restos de poda es fundamental para prevenir la propagación de enfermedades, ya que muchas de ellas sobreviven en los restos vegetales. Compostar adecuadamente o eliminar los restos infectados reducirá la carga de inóculos en la plantación. Además, mantener una buena sanidad del suelo, mediante la incorporación de materia orgánica y un manejo adecuado del riego, contribuirá a la salud general del almendro y su resistencia a las enfermedades.
Manejo integrado de plagas y enfermedades en el almendro
Estrategias de control biológico y cultural
El manejo integrado de plagas y enfermedades combina diferentes métodos para controlar las enfermedades del almendro de manera sostenible. Esto incluye el uso de control biológico, como la introducción de depredadores naturales de los patógenos, y prácticas culturales, como la poda y la eliminación de restos vegetales. El manejo integrado de plagas busca minimizar el uso de productos químicos, reduciendo el impacto ambiental y promoviendo la salud a largo plazo del ecosistema agrícola.
Uso racional de productos fitosanitarios y su impacto ambiental
El uso de productos fitosanitarios debe ser racional y basado en un diagnóstico preciso. Aplicar tratamientos preventivos solo cuando sea necesario ayuda a reducir la resistencia de los patógenos y minimiza el impacto ambiental. Además, es importante seguir las recomendaciones de dosis y tiempos de aplicación para maximizar la eficacia del tratamiento y proteger la salud del suelo y del entorno.
Claves para un manejo efectivo de las enfermedades del almendro
El éxito en la gestión de las enfermedades del almendro depende de un enfoque integral que combine la identificación temprana de los síntomas, la implementación de medidas preventivas, y el uso de estrategias de manejo integrado. Adaptarse a las nuevas condiciones climáticas, seleccionar variedades resistentes, y mantener una buena nutrición del árbol son pasos fundamentales para asegurar la salud de tu plantación y una producción exitosa.