Un año de retos y oportunidades
El año 2024 ha sido un periodo marcado por una serie de retos y oportunidades para el sector agrícola español. Las protestas de agricultores de toda Europa a principios de año reflejaron la preocupación generalizada por los costes de producción, la burocracia y la competitividad en el mercado. Paralelamente, las condiciones climáticas variables han supuesto tanto desafíos como beneficios, especialmente con la llegada de abundantes lluvias en invierno y primavera, que ayudaron a mejorar cosechas tras años difíciles. A lo largo del año, los agricultores han demostrado una vez más su capacidad de resiliencia y adaptación ante las fluctuaciones del mercado y las adversidades climáticas.
Balance por sectores agrícolas
Viticultura
El sector vitivinícola de Castilla-La Mancha ha registrado una cosecha media cercana a los 23 millones de hectolitros de vino y mosto, un 30% superior respecto al año anterior. La región continúa representando más del 60% de la producción nacional. La calidad de la uva ha sido destacable, especialmente para los vinos blancos, con una recuperación notable del mercado de los vinos tintos. Las perspectivas de mercado son positivas, gracias a una demanda sólida y a la mejora de las condiciones climáticas.
Aceite de Oliva
Castilla-La Mancha produjo 108.644 toneladas de aceite en la campaña 2023-2024, una cifra media pero considerablemente superior a las 67.000 toneladas de la campaña anterior. Las buenas condiciones climáticas sugieren que la producción para la campaña 2024-2025 podría alcanzar las 140.000 toneladas. Extremadura también ha mostrado cifras estables, aunque ligeramente por debajo del récord del año pasado debido a la falta de frío en invierno.
Cereales
El año 2024 ha supuesto una recuperación para el cereal en Castilla-La Mancha, con una producción estimada entre 3,6 y 3,8 millones de toneladas. Las lluvias invernales y primaverales permitieron recuperar los niveles medios de producción tras una campaña anterior marcada por un bajón histórico. En Extremadura, los rendimientos por hectárea también se han incrementado notablemente, recuperando cifras positivas.
Frutos Secos
- Almendra: La producción estimada es de 32.335 toneladas, con una calidad y tamaño muy buenos, aunque representa un descenso del 3% respecto al año anterior.
- Pistacho: Se confirmó un año “off” para la variedad Kerman, con una producción estimada de alrededor de 3.000 toneladas, un 40% inferior a 2023. A pesar de nuevas plantaciones, no se logró compensar la disminución en las superficies maduras.
Hortalizas
En Almería, la campaña hortícola mostró un crecimiento en superficie y producción:
- Tomate: Aumentó un 8% en producción, aunque los precios cayeron un 18%.
- Pimiento: Producción aumentada en un 4%, pero los precios descendieron un 33%.
- Pepino: Incremento en superficie y producción, pero una caída del 22% en precios.
Champiñón y hongos
El sector del champiñón y otros hongos comestibles ha enfrentado un año difícil por el aumento de costes de producción y enfermedades como la mole seca y la telaraña. Estos factores han reducido las cosechas y, por ende, la rentabilidad de las explotaciones.
Fruta de hueso
La cosecha de albaricoque alcanzó las 9.000 toneladas, un 54% más que en 2023, mientras que el pedrisco de junio afectó gravemente la producción de melocotón amarillo, reduciendo la calidad en un 70% en las áreas dañadas.
Melón y sandía
La producción de melón fue de 226.000 toneladas y la de sandía de 238.000 toneladas, con una calidad excepcional. Las exportaciones representaron el 50% de la producción regional, con mayor proporción en sandía.
Desafíos climáticos y daños de la DANA por comunidades autónomas
Castilla-La Mancha
La DANA de 2024 dejó un balance devastador en Castilla-La Mancha, con daños valorados en más de 40 millones de euros. Las provincias más afectadas fueron Albacete, Cuenca y Guadalajara:
- Albacete: Daños en 3.200 hectáreas de cultivos leñosos, pérdida de 300 toneladas de aceitunas y daños en 600 kilómetros de caminos rurales.
- Cuenca: Más de 1.900 hectáreas de cultivos afectadas y daños en 1.500 kilómetros de caminos.
- Guadalajara: Daños por casi 3 millones de euros en explotaciones y terrenos de cultivo.
Comunidad Valenciana
as lluvias torrenciales afectaron principalmente a los cultivos de cítricos. La asfixia radicular y el daño por aguado en variedades como la navelina generaron pérdidas considerables. Se espera una reducción significativa en la cosecha debido a las fincas anegadas.
Andalucía
Las provincias más afectadas fueron:
- Almería: Daños de más de 30 millones de euros en invernaderos y cultivos de tomate y pimiento debido al granizo y al viento.
- Málaga y Cádiz: Afectaciones en infraestructuras agrarias, cítricos y viñedos, especialmente en el Valle del Guadalhorce y Jerez de la Frontera.
Mercados y rentabilidad
El año 2024 ha sido un periodo de contrastes en los mercados agrícolas. Mientras algunas producciones vieron una recuperación en los volúmenes, los precios y las tendencias del mercado presentaron desafíos importantes para la rentabilidad de los agricultores y cooperativas. Factores como la volatilidad de los precios internacionales, el incremento de los costes de producción, la competencia en exportaciones y las condiciones climáticas han influido de manera significativa en el balance final del año.
Costes de producción al alza
El encarecimiento de insumos como fertilizantes, semillas, combustibles y energía ha supuesto un desafío constante. El aumento en los costos de transporte y logística también ha impactado en la rentabilidad de las explotaciones agrícolas.
En sectores como el del champiñón y los hongos comestibles, el incremento de precios de la paja para compost y la falta de tratamientos efectivos para enfermedades han reducido significativamente la rentabilidad
Volatilidad de los mercados internacionales
La caída de precios de commodities como la soja y el maíz en los mercados globales ha afectado la estabilidad de los ingresos de muchos agricultores.
Las políticas económicas en grandes países exportadores como Brasil y Estados Unidos han ejercido presión bajista en los precios, creando incertidumbre para los productores españoles.
Competencia internacional y acuerdos comerciales
Los acuerdos comerciales de la Unión Europea con terceros países han permitido la entrada de productos agrícolas a precios más bajos, afectando la competitividad de los productores nacionales, especialmente en hortalizas y frutas.
La falta de protección arancelaria frente a importaciones de países con menores costos de producción ha generado tensiones en el sector hortofrutícola.
Seguros agrarios
El aumento en la frecuencia de fenómenos climáticos adversos, como la DANA y otras tormentas, ha incrementado la necesidad de seguros agrarios más eficientes y accesibles. En 2024, la correduría de seguros de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, reportó un aumento del 8,86% en las cosechas aseguradas, alcanzando los 10,3 millones de euros. La línea de seguros de viñedo fue la de mayor crecimiento.
Perspectivas para 2025
Innovación y tecnología
La adopción de nuevas tecnologías en la gestión de cultivos, automatización y digitalización de procesos promete una mayor eficiencia y reducción de costos. La Escuela de Negocios Cooperativos y programas de FP Dual son ejemplos del compromiso con la profesionalización del sector.
Sostenibilidad y resiliencia
Se espera un mayor enfoque en prácticas agrícolas sostenibles y en el fortalecimiento de la resiliencia frente al cambio climático. El acceso a fondos europeos y ayudas específicas será clave para implementar estas estrategias.
Diversificación y nuevos mercados
Explorar mercados emergentes y diversificar los productos ofrecidos ayudará a mitigar los riesgos asociados con la dependencia de los mercados tradicionales. La promoción de productos de alta calidad y con valor añadido será una vía para mejorar la rentabilidad.
El 2024 ha puesto de manifiesto tanto las vulnerabilidades como las fortalezas del sector agrícola español. Aunque los desafíos han sido numerosos, los agricultores y cooperativas han demostrado una resiliencia excepcional. Mirando hacia 2025, la combinación de innovación tecnológica, prácticas sostenibles, fortalecimiento de seguros y diversificación de mercados será la clave para superar los retos actuales y garantizar un futuro próspero para el campo.
El sector agrario no solo es fundamental para la economía, sino también para el tejido social y cultural de las zonas rurales. Reforzar su competitividad y sostenibilidad no solo beneficiará a los agricultores, sino a toda la sociedad, asegurando un suministro alimentario estable y promoviendo el desarrollo rural.