Desaladoras: ¿La solución sostenible para garantizar agua de riego agrícola en tiempos de sequía?

La agricultura enfrenta una crisis de agua sin precedentes debido al cambio climático, el crecimiento demográfico y la sobreexplotación de recursos hídricos. España, uno de los países europeos más afectados por la sequía, ha visto cómo su sector agrícola —que consume cerca del 70% del agua dulce disponible— se encuentra bajo una presión extrema. Ante esta situación, las plantas desaladoras están emergiendo como una alternativa viable y sostenible para garantizar el suministro de agua para riego agrícola. Gracias a los avances tecnológicos y al apoyo de energías renovables, estas instalaciones representan una esperanza para asegurar la continuidad de la producción agrícola y el relevo generacional en el campo.

Riego agrícola por aspersión de desaladora

¿Por qué utilizar desaladoras para el riego agrícola?

El déficit hídrico en España es una realidad preocupante. La combinación de factores como el aumento de temperaturas, una distribución desigual de las precipitaciones y la creciente demanda de agua están agotando los recursos tradicionales. La sobreexplotación de acuíferos y la salinización del suelo han llevado al abandono de muchas tierras de cultivo.

Según datos del Banco Mundial, el 71% del agua dulce extraída en el mundo se destina al riego agrícola. En regiones áridas, como el sureste español y el arco mediterráneo, la falta de agua es un obstáculo para el desarrollo sostenible del sector. Las desaladoras ofrecen una alternativa sólida, ya que permiten convertir el agua de mar en agua dulce apta para los cultivos, garantizando un suministro continuo incluso en épocas de sequía severa.

¿Qué es la desalación y cómo funciona?

La desalación es un proceso mediante el cual se elimina la sal y otros minerales del agua de mar o salobre para producir agua dulce. Aunque la técnica tiene raíces históricas —ya que se utilizaba a pequeña escala hace siglos— su desarrollo industrial comenzó a mediados del siglo XX. España instaló su primera planta desaladora en 1964 en Canarias, y hoy cuenta con más de 770 plantas desaladoras, lo que la posiciona como el quinto país del mundo en capacidad de desalación, por detrás de Arabia Saudí y Estados Unidos.

Principales tecnologías de desalación

  1. Ósmosis inversa (OI):
    Es el método más utilizado, representando el 70% de las instalaciones a nivel mundial. Consiste en forzar el agua salada a través de una membrana semipermeable que retiene las sales y permite el paso del agua dulce.
  2. Nanofiltración:
    Similar a la ósmosis inversa, pero con membranas más permeables que permiten una mayor cantidad de agua filtrada con un menor consumo energético.
  3. Electrodiálisis inversa:
    Utiliza corrientes eléctricas para separar las sales del agua, siendo eficaz en aguas con salinidad moderada.
  4. Desalación por multiefecto (MSF) y multietapa (MED):
    Estos métodos utilizan el calor para evaporar y condensar el agua en múltiples etapas, optimizando la eficiencia energética.
  5. Desalación solar:
    Aprovecha la energía del sol para calentar el agua y facilitar su evaporación y condensación, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.

Beneficios de la desalación para la agricultura

El uso de agua desalada en el riego agrícola ofrece múltiples ventajas que pueden contribuir a la sostenibilidad y rentabilidad del sector:

  1. Suministro constante de agua:
    Las desaladoras garantizan agua independientemente de las precipitaciones. En tiempos de sequía, aseguran la continuidad de la actividad agrícola.
  2. Calidad del agua:
    El agua desalada está libre de sales y contaminantes, lo que es ideal para el riego de cultivos de alto valor como frutas, hortalizas y productos en invernaderos. Esto mejora el rendimiento y la calidad de los cultivos.
  3. Recuperación de suelos:
    En áreas afectadas por la salinización del suelo, el uso de agua desalada ayuda a restaurar la fertilidad del terreno, permitiendo recuperar tierras abandonadas.
  4. Sostenibilidad ambiental:
    Al combinar la desalación con energías renovables, como la solar y la eólica, se reducen los costos y las emisiones de carbono, haciendo que el proceso sea más respetuoso con el medio ambiente.
  5. Innovación y desarrollo rural:
    La implementación de tecnologías de desalación fomenta la innovación en el sector agrícola y contribuye a revitalizar las comunidades rurales al asegurar el relevo generacional.

Casos de éxito en España

España es un referente en el uso de desaladoras para el suministro de agua de riego. Algunos ejemplos destacados incluyen:

  • Desaladora de Valdelentisco (Murcia):
    Abastece a 400.000 personas y permite el riego de grandes extensiones del Campo de Cartagena.
  • Desaladora de Carboneras (Almería):
    Proporciona agua para regar 7.000 hectáreas en el Campo de Níjar y abastece a 130.000 habitantes.
  • Desaladora del Bajo Almanzora (Almería):
    Beneficia a 150.000 personas y garantiza el riego de más de 12.000 hectáreas de cultivos.
  • Desaladora de la Axarquía (Málaga):
    Proyectada para abastecer a los cultivos subtropicales de la región, como mangos y aguacates.

Estos proyectos son ejemplos de cómo la desalación puede garantizar el suministro de agua a largo plazo y proteger la economía agrícola de regiones vulnerables.

Desafíos y soluciones para la desalación

Aunque la desalación ofrece muchas ventajas, todavía enfrenta desafíos importantes:

  1. Costos energéticos:
    La desalación es un proceso intensivo en energía. Sin embargo, el uso de paneles solares y parques eólicos está ayudando a reducir estos costos.
  2. Gestión de la salmuera:
    La salmuera residual es un subproducto que debe gestionarse adecuadamente para evitar impactos ambientales en los ecosistemas marinos. Tecnologías innovadoras están permitiendo minimizar estos efectos.
  3. Equilibrio mineral del agua:
    El agua desalada necesita tratamientos de remineralización para equilibrar su composición y hacerla apta para el riego agrícola.

El futuro de la desalación en la agricultura

La combinación de desalación con energías renovables es clave para garantizar un futuro sostenible en la agricultura. Las inversiones en estas tecnologías no solo aseguran el suministro de agua, sino que también promueven prácticas agrícolas más eficientes y respetuosas con el medio ambiente.

En un mundo donde la escasez de agua es una amenaza creciente, las desaladoras representan una solución estratégica para proteger la producción agrícola y revitalizar el mundo rural. La innovación tecnológica y el compromiso con la sostenibilidad serán fundamentales para enfrentar los desafíos climáticos y asegurar el relevo generacional en el campo.

  • claudia calzada

    Economista, financiera de formación y vocación. Trabajando por facilitar el relevo generacional en la agricultura y enamorada del mundo rural.

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