2025: El relevo generacional como prioridad nacional

En España, el sector agrario enfrenta un desafío crucial que marcará su futuro: garantizar el relevo generacional en un contexto de creciente envejecimiento de la población agraria. Este fenómeno no solo compromete la continuidad de una actividad esencial para la seguridad alimentaria y el desarrollo rural, sino también la sostenibilidad económica, social y ambiental de las zonas rurales.

La secretaria de Estado de Agricultura, Begoña García Bernal, lo dejó claro en declaraciones recientes: “La actividad agraria necesita a la juventud, y desde las instituciones tenemos que responder a esa necesidad. Nos va la vida en ello”. Este llamado pone de manifiesto la urgencia de actuar, alineando esfuerzos institucionales, empresariales y comunitarios para afrontar este gran reto.

El relevo generacional como prioridad nacional

Acciones institucionales para la renovación agraria

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha impulsado varias iniciativas dirigidas a paliar esta problemática. Entre ellas destaca la creación de un grupo de trabajo sobre tierras agrarias infrautilizadas. Este equipo estudia soluciones innovadoras para recuperar tierras abandonadas y promover su uso agrícola, inspirándose en modelos como el de la Ley de Recuperación de Terra Agraria en Galicia.

Además, el MAPA está desarrollando la futura Ley de Agricultura Familiar, que abordará tanto el acceso a la tierra como la necesidad de formación y financiación para los jóvenes interesados en incorporarse al sector. Este marco legislativo busca crear condiciones favorables para las nuevas generaciones, garantizando su sostenibilidad y capacidad para afrontar los retos del mercado y del cambio climático.

Otra herramienta destacada es la guía “Tierra Firme”, un recurso diseñado para orientar a los jóvenes agricultores. Este documento detalla las ayudas disponibles, desde subvenciones para seguros agrarios hasta garantías para préstamos y beneficios fiscales específicos para el sector. También incluye información sobre opciones de acceso a la tierra, como arrendamientos, aparcería y proyectos cooperativos.

El papel de la formación y la innovación

El camino hacia una renovación generacional efectiva no solo pasa por ofrecer incentivos económicos y legales, sino también por garantizar una formación adaptada a las necesidades del sector. La guía “Tierra Firme” subraya que, además de los conocimientos tradicionales en ingenierías agrícolas o alimentarias, los nuevos agricultores necesitan competencias tecnológicas, financieras y medioambientales.

La agricultura moderna requiere profesionales que puedan gestionar maquinaria avanzada, implementar prácticas sostenibles y navegar un mercado globalizado. En este sentido, el acceso a programas de formación continua y recursos educativos será clave para preparar a los futuros líderes agrarios.

Avances recientes: el mercado laboral agrario

El mercado laboral en el sector agrario ofrece signos alentadores. Durante 2024, el paro en agricultura cayó un 14,5%, situándose en 83.593 personas, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Este descenso, el mayor entre todos los sectores económicos, refleja el dinamismo y las oportunidades emergentes en la agricultura. Además, se firmaron cerca de 200.000 contratos agrarios en diciembre de 2024, un incremento del 11,31% respecto al mismo mes del año anterior.

Sin embargo, estos datos también evidencian una concentración regional de las oportunidades laborales, con Andalucía liderando en desempleo agrario (34.699 personas). Este desequilibrio destaca la importancia de desarrollar estrategias regionales que atiendan las particularidades de cada zona rural.

Desafíos por superar

A pesar de los avances, persisten obstáculos significativos. El acceso a la tierra sigue siendo una barrera clave para los jóvenes agricultores. La concentración de la propiedad agraria, combinada con precios elevados y la competencia por el uso del suelo, limita las posibilidades de incorporación al sector.

Además, la necesidad de financiación adecuada y de garantías para inversiones en tecnología y maquinaria se suma a las dificultades para los nuevos profesionales. En este contexto, los instrumentos financieros como los préstamos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y las subvenciones de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa) son herramientas cruciales, pero requieren una mayor difusión y simplificación de acceso.

Por último, el cambio cultural también juega un papel fundamental. Es necesario dignificar la profesión agraria y destacar su relevancia en la sociedad moderna. Campañas educativas, proyectos de visibilización y políticas que reconozcan el papel estratégico de los agricultores son esenciales para atraer a las nuevas generaciones.

¿Un futuro prometedor para la agricultura española?

El sector agrario español está en una encrucijada. Con iniciativas públicas ambiciosas, un mercado laboral en crecimiento y una juventud cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad, el potencial para una renovación exitosa es real.

El reto radica en alinear estos factores y garantizar que los jóvenes agricultores encuentren no solo oportunidades, sino también un entorno de apoyo que les permita prosperar. Con un compromiso colectivo, la agricultura puede convertirse en un motor de transformación rural y en un modelo de sostenibilidad para las próximas generaciones.

  • claudia calzada

    Economista, financiera de formación y vocación. Trabajando por facilitar el relevo generacional en la agricultura y enamorada del mundo rural.

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