El cuaderno digital de explotación: voluntario ahora, obligatorio en 2028

El sector agrícola español vive un momento de transición hacia la digitalización, un proceso que está transformando las formas de gestión de las explotaciones agrarias. Una de las medidas más destacadas en este ámbito es la implementación del cuaderno digital de explotación, una herramienta concebida para mejorar el control y la sostenibilidad de las actividades agrícolas. Sin embargo, la aplicación de esta iniciativa ha generado debate entre agricultores, administraciones y organizaciones del sector.

Agricultor rellenando el cuaderno digital

Cambios normativos y plazos de implementación

El pasado mes de enero, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el Real Decreto 34/2025, que establece la voluntariedad temporal del cuaderno digital de explotación hasta el año 2027. Esto supone un cambio significativo respecto a la normativa anterior (RD 1054/2022), que preveía la obligatoriedad escalonada de esta herramienta a partir de septiembre de 2024.

De acuerdo con la nueva regulación, los agricultores podrán optar por mantener sus registros de explotación en formato digital o en papel, dependiendo de sus preferencias y necesidades. No obstante, a partir del 1 de enero de 2028, la utilización del cuaderno digital será obligatoria para determinadas explotaciones, en función de criterios como:

  • Superficie superior a 30 hectáreas de cultivos permanentes y tierras de cultivo.
  • Más de 5 hectáreas de regadío.
  • Invernaderos con más de 0,1 hectáreas de superficie bajo cubierta.

Además, el registro electrónico de tratamientos fitosanitarios será obligatorio a partir de 2026 para todos los agricultores que dispongan del carné de usuario profesional de productos fitosanitarios, tanto a nivel básico como cualificado.

Impacto en el sector agrícola

La medida ha sido recibida con reacciones mixtas. Por un lado, organizaciones agrarias como AVA-ASAJA han valorado positivamente la transición gradual hacia la digitalización, ya que permite a los agricultores adaptarse sin la presión de un cambio inmediato. Entre las ventajas destacadas están:

  1. Reducción de la carga administrativa: La voluntariedad temporal del cuaderno digital disminuye la burocracia asociada a la gestión de las explotaciones.
  2. Flexibilidad en la adaptación: Los agricultores tienen más tiempo para familiarizarse con las nuevas tecnologías y preparar sus explotaciones para la digitalización total.
  3. Facilitación del cumplimiento normativo: Aquellos obligados a llevar un cuaderno de explotación por regulaciones como la PAC o los productos fitosanitarios podrán elegir el formato más conveniente.

Sin embargo, también existen críticas. Pequeñas y medianas explotaciones, que caracterizan gran parte de la agricultura en regiones como Valencia, consideran que la obligatoriedad futura podría aumentar los costes operativos y la dependencia de soluciones tecnológicas que no siempre están a su alcance.

Beneficios a largo plazo

A pesar de las dificultades iniciales, el cuaderno digital de explotación tiene un gran potencial para modernizar el sector agrícola. Entre sus principales ventajas se encuentran:

  • Mejoras en la trazabilidad: La digitalización facilita el seguimiento de las actividades agrícolas, lo que incrementa la transparencia y confianza en los productos.
  • Optimización de recursos: Un control más detallado permite una gestión más eficiente de insumos como agua, fertilizantes y fitosanitarios.
  • Cumplimiento de normativas ambientales: La herramienta ayuda a los agricultores a documentar prácticas sostenibles, un requisito clave para acceder a ayudas de la PAC.

Próximos pasos

El Gobierno ha anunciado que evaluará la efectividad de la medida en 2027, antes de reintroducir la obligatoriedad del cuaderno digital. Mientras tanto, las administraciones deben trabajar en proporcionar recursos y formación a los agricultores, especialmente a los de pequeña escala, para garantizar una transición justa y equitativa.

En conclusión, el cuaderno digital de explotación representa un paso clave hacia una agricultura más moderna y sostenible, pero su éxito dependerá de cómo se gestione su implementación y del apoyo brindado a los agricultores en el proceso. La digitalización es inevitable, pero debe ser inclusiva y adaptable a la diversidad del campo español.

  • claudia calzada

    Economista, financiera de formación y vocación. Trabajando por facilitar el relevo generacional en la agricultura y enamorada del mundo rural.

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