El Trasvase Tajo-Segura en Riesgo: ¿Qué Está en Juego para la Agricultura del Sureste?

El agua, elemento vital para la agricultura, vuelve a estar en el centro del debate nacional con el futuro del Trasvase Tajo-Segura como tema clave. Este sistema, que abastece a la Comunidad Valenciana, Murcia y parte de Castilla-La Mancha, enfrenta un recorte significativo que amenaza la viabilidad de miles de hectáreas agrícolas.

Cultivo de secano

En la jornada “Horizonte 2027: Los retos del agua”, celebrada en Murcia, el conseller de Agricultura de la Generalitat Valenciana, Miguel Barrachina, defendió la continuidad del trasvase frente al modelo de desalación promovido por el Gobierno de España. Según Barrachina, la agricultura de la provincia de Alicante, especialmente en la Vega Baja, depende del agua trasvasada, que permite mantener más de 10 millones de árboles, evita la pérdida de 15.000 empleos y genera un impacto económico de 6.000 millones de euros anuales.

El desafío del modelo de desalación

El Gobierno central apuesta por aumentar la capacidad de las plantas desalinizadoras, pero expertos y agricultores advierten que esta alternativa es más cara, menos eficiente y supone un mayor impacto ecológico. Barrachina subrayó que “la planificación hidrológica no puede centrarse únicamente en la desalinización”, pues implica un coste energético elevado y una falta de solidaridad interterritorial.

Solidaridad hídrica: Un Pacto Nacional del Agua

El conseller insistió en la necesidad de un Pacto Nacional del Agua que garantice una distribución equitativa de los recursos hídricos. “El agua no pertenece a ningún territorio, sino a todos los españoles”, afirmó, aludiendo a la importancia de una gestión solidaria frente a intereses políticos o regionales.

El impacto del recorte

Las previsiones actuales señalan que el trasvase podría reducirse a la mitad para 2027, lo que intensificaría las restricciones al riego en zonas ya afectadas por la sequía. Este año, los embalses de la cuenca del Segura registran niveles alarmantes, con apenas el 21,3% de su capacidad, muy por debajo de la media de la última década. Mientras tanto, regiones como Castilla-La Mancha, con mejores reservas, presionan para priorizar caudales ecológicos sobre usos agrícolas.

Una lucha que continúa

El debate en torno al Trasvase Tajo-Segura refleja los desafíos que enfrenta la agricultura española en un contexto de cambio climático y gestión hídrica desigual. Como señaló Alfonso Gálvez, secretario general de Asaja Murcia, “es esencial un Plan Hidrológico Nacional para resolver el déficit hídrico estructural y garantizar la sostenibilidad de nuestro sector primario”.

En el horizonte de 2027, el agua seguirá siendo un recurso estratégico y una cuestión de Estado. La supervivencia de la agricultura en el sureste español depende de decisiones que trasciendan fronteras regionales y prioricen la eficiencia, la sostenibilidad y la equidad.

  • claudia calzada

    Economista, financiera de formación y vocación. Trabajando por facilitar el relevo generacional en la agricultura y enamorada del mundo rural.

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