Los pagos de la Política Agraria Común (PAC) continúan su curso en 2024 con un desembolso de 3.665 millones de euros hasta finales de diciembre, beneficiando a más de 598.000 agricultores y ganaderos en España. A pesar de las mejoras en la agilidad de los pagos, el sector sigue enfrentando desafíos clave en la adaptación a la nueva PAC 2023-2027.

¿Qué es la PAC y por qué es tan importante?
La Política Agraria Común (PAC) es una de las iniciativas más importantes de la Unión Europea, diseñada para apoyar a los agricultores, garantizar la seguridad alimentaria y promover prácticas agrícolas sostenibles. Desde su creación en 1962, la PAC ha evolucionado para responder a los desafíos medioambientales y económicos, incluyendo el cambio climático y la digitalización del sector agroalimentario.
En su versión más reciente, la PAC 2023-2027 introduce cambios significativos, priorizando la sostenibilidad y el apoyo a pequeñas y medianas explotaciones. Además, establece ecorregímenes y criterios de condicionalidad social, asegurando que las ayudas beneficien a aquellos agricultores que cumplen con estándares medioambientales y laborales más exigentes.
Desglose de los pagos de la PAC 2024
El campo español ha recibido un nuevo impulso económico con el reparto de las ayudas directas de la PAC 2024, alcanzando los 3.665 millones de euros hasta el 31 de diciembre, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Estas ayudas, gestionadas por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) y coordinadas por las comunidades autónomas, forman parte de un paquete total de 4.882 millones de euros que se completará antes del 30 de junio de 2025.
El calendario de pagos comenzó en octubre con un primer abono de 2.402 millones de euros, concentrado en las ayudas básicas a la renta y pagos complementarios. Posteriormente, en diciembre se aprobó la transferencia del 90% de las ayudas de ecorregímenes y regímenes asociados a la ganadería y la agricultura, salvo el pago específico del algodón y el engorde de terneros, cuyo abono se retrasará hasta la verificación de requisitos en 2025.
Un respiro para los agricultores, pero con desafíos
El sector agrario celebra estos pagos como un alivio financiero importante, especialmente en un contexto de altos costes de producción y cambios en las normativas europeas. No obstante, la transición a la nueva PAC no ha estado exenta de retos. La implementación de los ecorregímenes, que premian prácticas sostenibles como la rotación de cultivos y la reducción del uso de fertilizantes químicos, ha supuesto un esfuerzo adicional para los agricultores.
Además, los criterios de condicionalidad social de las ayudas han generado debate, ya que requieren que los beneficiarios cumplan con normativas laborales más estrictas. Esto ha supuesto un desafío para muchas explotaciones, que deben adaptarse a nuevas exigencias administrativas y operativas.
¿Cómo pueden los agricultores optimizar su acceso a las ayudas?
Para maximizar el beneficio de la PAC, los agricultores deben asegurarse de cumplir con todos los requisitos administrativos y técnicos. Algunas recomendaciones clave incluyen:
- Mantener registros actualizados: Es fundamental documentar correctamente todas las prácticas agrícolas, especialmente aquellas relacionadas con los ecorregímenes.
- Solicitar asesoramiento: Consultar con expertos en la PAC o asociaciones agrarias puede ayudar a comprender mejor las oportunidades y requisitos.
- Adaptarse a las nuevas normativas: Invertir en prácticas sostenibles no solo garantiza el acceso a ayudas adicionales, sino que también mejora la rentabilidad a largo plazo.
El futuro de la PAC y su impacto en el sector agrario
A medida que avanza la implementación de la PAC 2023-2027, se espera que los agricultores continúen adaptándose a un modelo más sostenible y eficiente. La digitalización del campo, el uso de tecnología para mejorar la productividad y la colaboración entre productores serán claves para el éxito del sector en los próximos años.
Con un presupuesto anual de 4.800 millones de euros en ayudas directas, la PAC sigue siendo una herramienta esencial para garantizar la viabilidad del sector agrario en España. Sin embargo, las exigencias de sostenibilidad y los nuevos criterios de condicionalidad social plantean retos adicionales para los agricultores, que deben adaptar sus explotaciones a un modelo más respetuoso con el medio ambiente y con los derechos laborales de los trabajadores del campo.
Las ayudas de la PAC 2024 han supuesto un alivio financiero para miles de agricultores y ganaderos en España, pero también marcan el inicio de una nueva etapa en la que la sostenibilidad y la eficiencia serán clave. Adaptarse a estos cambios no solo es una necesidad para acceder a las ayudas, sino también una oportunidad para fortalecer el sector agrario y asegurar su futuro en un entorno cada vez más competitivo y regulado.